Lo romántico del género fantástico

29.04.2021

Si el otro día os hablábamos sobre lo fantástico que resulta el género romántico, dada su enorme versatilidad, hoy rizamos el rizo con un juego de palabras para hablaros de lo romántico del género fantástico. Porque el fantástico es, probablemente, uno de los géneros que más recurren al romántico como subgénero en sus obras. Sin ir más lejos el propio J. R. R. Tolkien, un grande del género fantástico, cuenta entre su producción con diversas historias de amor enmarcadas en el gran marco que supone la Tierra Media. Pero no es el único, pues en grandes clásicos de fantasía como las populares sagas Dragonlance y Reinos Olvidados, o incluso en la fantasía más oscura escrita por autores como George R. R. Martin o Joe Abercrombie, podemos encontrar historias de amor. Si bien es cierto que aquí el romántico aparece como subgénero, eso no resta para nada valor a sus historias. De hecho, y por poner un ejemplo notable, La historia de Beren y Lúthien, obra del propio Tolkien y considerada una de las piedras angulares de la mitología de la Tierra Media, es, probablemente, una de las historias más románticas que podéis leer. Pero esta combinación no solo se da en novelas, sino en todo tipo de producciones fantásticas. ¿Quién no recuerda con el corazón encogido la escena de la promesa de Valeria a Conan en el Conan el Bárbaro de Arnold Schwarzenegger, así como su emotiva última aparición?

Lleva ya años en auge la fantasía romántica juvenil, actualmente uno de los géneros más leídos y con mejores ventas del mercado literario, y que cuenta entre sus principales representantes nombres como Sarah J. Maas (autora de las sagas Una corte de rosas y espinas y Ciudad Medialuna), Holly Black (autora de la saga Los habitantes del aire) y Jennifer L-Armentrout (autora de la saga Los elementos oscuros). Como curiosidad, nótese que se trata de tres mujeres que, como nuestra Eva Barón Ortega, escriben fantasía romántica.  

 ¿Pero por qué tiene tanto éxito el combo de la fantasía romántica? Se debe a la combinación de diferentes motivos, entre los que destaca que el amor nos humaniza, por lo que, al combinar la fantasía con el romántico, dotamos a los personajes protagonistas de estas historias de una credibilidad y una humanidad que ayudan a los lectores a sentirse más próximos a ellos; los hacemos tridimensionales y reales, lo que nos permite empatizar mejor con ellos. Pero es que, además esas historias de amor ofrecen un punto de estabilidad para el lector, un elemento que nos resulta conocido y que, en cierta forma, nos sirve como ancla emocional en los extraños mundos propios de la literatura fantástica. Existen algunos ejemplos que nos permiten ilustrar esto, tales como el triángulo amoroso que se da en la saga Memorias de Idhún, de la valenciana Laura Gallego, o, si nos vamos al cine, la preciosa historia de Lady Halcón, película clásica de los ochenta protagonizada por Michelle Pfeiffer. Estamos ante dos ejemplos que, hay que admitirlo, son capaces de hacer que nos olvidemos de la historia principal, la de fantasía, para centrarnos en la trama romántica.

La propia Eva Barón Ortega hace gala de esta exitosa combinación que supone enlazar fantasía y romance, como podréis comprobar en su trilogía Los Escritos Olvidados de Landterium, tres novelas que serán publicadas por Grimnir Ediciones entre navidades del 2021 y navidades del 2022. En ellas la autora ofrece una historia coral de fantasía aderezada por historias de amor que... ¡Pero esperad! Será mejor que esperéis a leerlo vosotros mismos. Estad atentos, pues el primer libro, La búsqueda de Las Esferas, verá la luz las próximas navidades.

GRIMNIR EDICIONES.