Seis novelas románticas para leer en primavera (2)

GENTE NORMAL, de Sally Rooney, es otra novela que cuenta con adaptación audiovisual, una serie corta en este caso, que se estrenó en el 2020. La historia la protagonizan dos jóvenes que sienten un profundo amor y una gran amistad el uno por el otro, sentimientos que florecen entre ellos durante su época de instituto pero cuya relación, con sus momentos buenos y sus momentos malos, durará mucho más tiempo que su época de estudiante. Marianne y Connell, los protagonistas, resultan de lo más interesantes y cercanos, pues ellos, como todos nosotros, se muestran inconstantes, confusos y hasta incoherentes en sus propios sentimientos, lo que generará entre ellos una serie de distanciamientos que, una y otra vez, desembocarán en nuevos encuentros. Porque, al final, la vida nunca es un camino recto, sino que está repleta de curvas y pendientes que hacen que, con frecuencia, no tengamos muy claro hacia dónde vamos ni si queremos llegar allí.  

PISO PARA DOS. Beth O´Leary nos trae esta divertida novela, una historia autoconclusiva. La historia parte de una peculiar decisión: Tiffy Moore decide alquilar su pequeño apartamento, cama incluida, a León Twomey. Como Tiffy trabaja de día y León de noche, ¿qué problema hay? Tan solo tienen que comunicarse mediante notas que van dejando por todo el piso, ¡y las cosas deberían funcionar a las mil maravillas entre ellos! El problema, claro, es cuando resulta no ser así.
La trama está estructurada a través de diferentes meses, en los que el lector podrá ir descubriendo poco a poco cómo funciona tan peculiar experimento de Tiffy y León. Con el paso de las semanas y los meses podremos descubrir también a algunos secundarios de gran interés, entre los que cabe destacar a Rachel y a Richie. La historia en sí, llena de momentos divertidos pero también desbordante de ternura, resulta refrescante por su originalidad y por la sencillez (que no simpleza) con la que se desarrolla. Al final, giros de trama mediante, será difícil que el lector no quede sorprendido por ciertas revelaciones que, os lo aseguro, no veréis venir.